Al espejo.

No busques la perfección.

Dejate llevar en vez de tratar de hacer que todo funcione.
No disimules tus defectos.
Y muerdete los labios antes de ostentar de tus virtudes.
No busques la perfección, mujer.
Que la perfección no se puede encontrar antes de que suceda.
No disimules tus defectos.
No bajes la mirada.
No intentes esconderte más.
Porque los misterios se develan tarde o temprano, amor.
Cuando, juntos, nos miremos al espejo.